Actualmente, usando ciertas metodologías, es posible aumentar la durabilidad y eficiencia de equipos y sistemas en diversos sectores. Este es el caso del mantenimiento preventivo.
En esta guía, entenderás los beneficios de este método, estrategias de implementación y las mejores prácticas para garantizar la funcionalidad continua y evitar contratiempos inesperados en tu empresa.
Definición de mantenimiento preventivo
Según la norma 5462 de la ABNT, el mantenimiento preventivo se define como: “Mantenimiento realizado en intervalos predeterminados, o según criterios prescritos, destinado a reducir la probabilidad de fallas o degradación del funcionamiento de un activo.”
Es decir, consiste en una rutina de mantenimientos periódicos preestablecidos para corregir la falla antes de que ocurra.
El periodo entre mantenimientos puede ser definido por cada equipo. Existen tres tipos de métricas para esto: por tiempo (por ejemplo, realizar una revisión cada 3 meses), uso (por ejemplo, limpiar cada 1000 usos) o indicación (por ejemplo, cambiar el aceite cada 5.000 kilómetros).
Se divide en dos etapas de mantenimiento:
Mantenimiento Basado en el Tiempo (TBM): implica actividades periódicas, como inspección visual, limpieza y lubricación, casi siempre realizadas en activos más críticos (A y B).
Mantenimiento Basado en la Condición (MPC): después del diagnóstico periódico, considera el análisis de datos recopilados en tiempo real. Esto ayuda a definir con más precisión cómo está la salud del activo en ese momento.
Importancia para la eficiencia operativa
La práctica del mantenimiento preventivo eleva toda la operación a otro nivel de eficiencia. Junto con un plan de mantenimiento bien estructurado, hace que la planta sea mucho más productiva, con menos paradas e imprevistos. Con esto, la confiabilidad y disponibilidad de los activos aumentan de manera exponencial. Como resultado, toda la operación se beneficia.
Beneficios del Mantenimiento Preventivo
La buena implementación de este método aporta innumerables beneficios, pero algunos se pueden destacar:
Reducción de costos
La regla es clara: el tiempo es dinero. Cuanto más tiempo se pierde en mantenimientos correctivos, fallas urgentes e imprevistos, más dinero se pierde en mano de obra, pausas en la producción y piezas de repuesto.
Con el mantenimiento preventivo, el equipo evita estas paradas inesperadas y ahorra dinero, además de mantener la operación funcionando con menos interrupciones, lo que la hace más productiva.
Aumento de la durabilidad de los equipos
Con frecuencia, las roturas y el mal funcionamiento disminuyen la vida útil de un activo. La falta de mantenimientos periódicos y preventivos aumenta el desgaste de los equipos, que terminan funcionando con poca lubricación o sobrecalentamiento, por ejemplo.
Garantizar que las condiciones de funcionamiento sean las ideales es uno de los beneficios del preventivo. Así, los activos tienen una mayor durabilidad y trabajan con mayor eficiencia.
Confiabilidad operativa
Con activos saludables, un equipo organizado y un plan de mantenimiento bien hecho, el mantenimiento preventivo garantiza una confiabilidad mucho mayor para toda la operación.
Esto se puede calcular a través de los datos de MTBF y MTTR de cada equipo. Con este cálculo, es posible ver cuál es la confiabilidad de los activos, hacer proyecciones para el futuro y darse cuenta de dónde es posible mejorar.
Implementando un Programa Eficiente de Mantenimiento Preventivo
Es importante prestar mucha atención a la implementación del método, porque una mala ejecución puede resultar en más trabajo y más tiempo perdido. Por eso, es necesario tener una estrategia.
Identificación de equipos críticos
El primer paso es identificar cuáles son los equipos más altos en la escala de criticidad. Es decir, cuáles de ellos son más esenciales o demandan más atención en la planta.
Para esto, el método ABC es uno de los más implementados entre las grandes empresas. En resumen, se propone organizar los activos en tres grados de importancia, utilizando tres criterios principales:
- La frecuencia de fallas;
- Qué tan difícil es detectar la falla;
- Cuál es el impacto de la falla en la operación.
Frecuencia y lista de verificación de inspecciones
Ahora es el momento de definir cuál es el período entre inspecciones y qué debe hacerse en cada activo. El secreto para una buena gestión de mantenimiento preventivo es tener un calendario de acciones preventivas bien estructurado.
Entonces, establece cuáles son las prioridades y la necesidad de cada activo según el proceso productivo o el manual del fabricante.
Consejo: prioriza los activos más críticos, porque si fallan, son responsables de los mayores paros y los daños más perjudiciales para la operación.
Cuanto más efectiva sea esta planificación, más fácil y eficiente será la práctica, así que no escatimes esfuerzos en esta etapa.
Realiza un mapeo del árbol de activos con información esencial de cada máquina y define la periodicidad de las acciones con el mapa de 52 semanas. Considera qué actividades son a corto y largo plazo y con qué frecuencia debe realizarse cada una.
Entrenamiento del equipo de mantenimiento
No sirve de nada tener un gran plan si el equipo no puede seguirlo. Por eso, después de establecer el plan de acción, es esencial capacitar al equipo para que todos sepan ejecutar sus funciones y puedan realizar las actividades según el cronograma establecido.
Establece quién es responsable de cada parte del proceso y cuándo debe realizarse cada mantenimiento.
Mantenimiento Preventivo en Diferentes Sectores
El mantenimiento preventivo se aplica ampliamente en diversos sectores de la industria. Desde la manufactura, donde los equipos de alta tecnología requieren mantenimiento regular para garantizar una producción consistente, hasta el sector de la salud, donde los equipos médicos deben funcionar con precisión para el bienestar de los pacientes, el mantenimiento preventivo es esencial. Aquí tienes algunos casos destacados:
Máquinas industriales
En la industria alimenticia, textil, manufacturera u otras, la calidad del producto depende del buen funcionamiento de la operación. Una pequeña falla en una sola etapa del proceso puede comprometer el resultado final deseado.
Por lo tanto, es imprescindible prestar atención a los detalles y realizar revisiones periódicas para evitar obstáculos en la línea de producción.
Vehículos automotrices
Automóviles, autobuses y trenes presentes en la vida diaria de la población son máquinas que requieren tanta atención como un activo de planta. Por ejemplo, la falta de lubricación en los motores puede disminuir drásticamente la vida útil del vehículo. Un mal funcionamiento en las partes puede causar accidentes graves y poner en riesgo la vida de muchos.
Por lo tanto, es necesario mantener las revisiones al día y planificar mantenimientos periódicos para extender la durabilidad y confiabilidad de los vehículos.
Edificaciones e infraestructura
En ingeniería, las estructuras, cañerías y redes eléctricas tienen una vida útil y deben someterse a revisiones y mantenimientos para garantizar la durabilidad y el buen funcionamiento de edificios, carreteras, puentes, entre otros.
Esto implica inspecciones regulares en sistemas eléctricos, hidráulicos, estructurales y de climatización, identificando posibles problemas como fugas, desgastes estructurales y fallas eléctricas.
Además, en la infraestructura (carreteras, puentes, etc.), el mantenimiento preventivo es crucial para prevenir el deterioro causado por condiciones climáticas, tráfico intenso y uso continuo. Inspecciones periódicas, reparación de fisuras, repavimentación y refuerzos estructurales son parte de esta estrategia preventiva.
Esto garantiza la seguridad de los usuarios y prolonga la vida útil de estas estructuras.
Alcohol y Azúcar
En las plantas de azúcar y etanol, el mantenimiento preventivo se aplica en equipos clave, como molinos, calderas, centrífugas y destiladores, con el objetivo de evitar paradas no programadas y maximizar la productividad.
Es decir, se deben realizar inspecciones regulares, lubricación adecuada, ajustes y reemplazo de piezas desgastadas antes de que ocurran fallas.
Además, el mantenimiento preventivo también está asociado a la gestión inteligente de cosecha, programando revisiones y mantenimientos durante períodos de entre cosechas, minimizando impactos en la producción. Esto reduce costos de reparaciones de emergencia y garantiza la calidad del producto final, ya sea azúcar o etanol.
Herramientas y Tecnologías
Considerando todos los beneficios de esta metodología, no está equivocado quien dice que ponerla en práctica es laborioso. Hay muchos activos para mapear, muchas actividades para programar…
Afortunadamente, la tecnología está de nuestro lado y hoy en día es posible llevar a cabo todas estas etapas sin necesidad de papeles y hojas de cálculo físicas.
Softwares de gestión de mantenimiento
Existen plataformas disponibles en el mercado que ayudan a los profesionales de mantenimiento y gestores a automatizar los procesos de mantenimiento.
Un ejemplo es TracOS™, el software de mantenimiento CMMS/EAM de TRACTIAN. Con él, es posible visualizar toda tu jerarquía de activos y categorizarlos por su criticidad de manera fácil y práctica. Además, toda la gestión y planificación se centraliza, siendo de fácil acceso remoto para cualquier miembro del equipo.
En él, se pueden crear planes de mantenimiento automatizados, basados en el tiempo calendario y en la condición de uso del activo, establecer responsables y adjuntar archivos importantes para guiar el trabajo de cada técnico. Así, la implementación del mantenimiento preventivo se vuelve mucho más eficiente.
Innovaciones en el área de mantenimiento preventivo
Las nuevas tecnologías han revolucionado la forma en que las empresas gestionan sus activos. Una de las mayores tendencias es el uso de sensores y dispositivos IoT (Internet de las cosas), que monitorean en tiempo real el rendimiento de los equipos.
Con inteligencia artificial y aprendizaje automático, han llevado el mantenimiento preventivo a un nuevo nivel. Estos sistemas analizan grandes volúmenes de datos históricos y en tiempo real, identificando patrones, prediciendo fallas y recomendando acciones correctivas.
Esta aproximación basada en datos no solo aumenta la confiabilidad de los equipos, sino que también permite una gestión más estratégica de los activos, direccionando los esfuerzos de mantenimiento de manera cada vez más precisa y eficiente.
La implementación inteligente de esta estrategia solo trae beneficios para la gestión de mantenimiento. Reducción de costos, aumento de la durabilidad y confiabilidad de los equipos, y disminución del tiempo de paradas.