Como su nombre lo dice, la eficiencia energética toma como cimientos a la eficiencia y la energía con el fin de disminuir la cantidad de energía requerida para proveer productos y servicios, beneficiando tanto a la economía como al medioambiente sin perjudicar la calidad de la producción.
A partir del descubrimiento de la máquina de vapor de James Watt, la energía eléctrica fue impulsada hasta convertirse en el pilar clave de la Revolución Industrial del siglo XIX.
Fue entonces cuando científicos e inventores innovaron en tecnología para ofrecer electricidad tanto a hogares y empresas como a servicios públicos e industrias.
Tanto así que, actualmente, la energía eléctrica es indispensable para el estilo de vida de la sociedad y cubrir sus necesidades, desde encender una lámpara hasta hacer funcionar toda una planta industrial.
Ya que la electricidad se obtiene a partir de dispositivos tecnológicos y procesos químicos, como la combustión, de fuentes de energías primarias, muchas veces no renovables, generarla no solo impacta negativamente en el medio ambiente con emisiones de gases de efecto invernadero, por ejemplo, sino que también representa un gasto significativo de capital.
Es así como surge el concepto de eficiencia energética, que tiene como objetivo optimizar el consumo energético para reducir los costos que este implica, sin afectar el rendimiento de procesos y actividades diarias.
¿Qué es la eficiencia energética?
A sabiendas del impacto económico y ambiental del uso -esencial- de energía eléctrica, la eficiencia energética surge para concientizar sobre el consumo racional de recursos energéticos, así como para promover alternativas de estos.
En este sentido, la eficiencia energética es un instrumento para obtener mejores resultados productivos invirtiendo la menor cantidad de energía posible sin afectar al medio ambiente.
Su objetivo es optimizar el aprovechamiento de recursos energéticos y reducir los costos para su obtención sin entorpecer la realización de las tareas ni reducir la calidad de los procesos, por lo que en el sector industrial la eficiencia energética es esencial para aumentar la rentabilidad y, así, garantizar la sustentabilidad de la empresa.
Importancia de la eficiencia energética en la industria
De acuerdo con estadísticas de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), el sector industrial representa el 29% del consumo energético, porcentaje que aumentará cada año a la par de los costos y afectaciones ambientales si no se comienzan a implementar estrategias energéticas eficientes.
Tomando en cuenta que las industrias constituyen una porción significativa en el consumo de energía, es importante que sus acciones estén alineadas a optimizar las formas en que se utilizan los recursos y equipos, así como el funcionamiento de los procesos.
Decisiones inteligentes enfocadas en objetivos de eficiencia energética aportarán beneficios económicos, productivos y ambientales en el mediano y largo plazo, tales como:
- Más competitividad dentro de mercados nacionales e internacionales.
- Disminución de costos de producción.
- Alza de ventas con productos de calidad superior y a precios competitivos.
- Contribuir a la reducción de niveles de contaminación atmosférica.
- Conservación y uso eficiente de los recursos naturales.
- Implementación de tecnologías nuevas.
- Uso de fuentes alternas de energía en procesos productivos.
- Reducción del consumo de energía y menos inversión en la misma.
- Aprovechamiento de la energía sobrante en otras tareas.
¿Cómo impacta la eficiencia energética el desempeño de las máquinas?
Es fundamental entender que la energía es uno de los insumos más importantes del desarrollo industrial, por lo que incrementar la productividad contribuye al desenvolvimiento y crecimiento del proyecto y/o compañía.
Para esto es necesario realizar una gestión de mantenimiento, la cual se cerciora de que todo activo lleve a cabo las funciones esperadas, salvaguardando sus niveles adecuados de confiabilidad y disponibilidad tras cumplir con requerimientos de calidad y seguridad.
Ya que el objetivo del mantenimiento es asegurar la competitividad de la empresa, se debe tomar en cuenta la eficiencia energética de cada equipo, a fin de evitar fallas inesperadas o desconocidas producto de una mala operación o sobrecarga.
Es aquí donde se debe prestar atención a la eficiencia energética en relación con el costo operativo, ya que con esto se conocerá el ciclo de vida del activo, lo cual ayudará a detectar problemas eventuales que puedan limitar el ahorro energético y producir inversiones más fuertes de rediseño y reformas en las instalaciones.
Entonces, ¿cómo es posible incorporar estrategias de eficiencia energética en la industria?
Norma ISO 50001: impulso para la eficiencia energética
Con el consumo de energía aumentando drásticamente, es fundamental desarrollar tecnologías para energía nuevas, renovables y más económicas, sin embargo, esto puede llevar mucho tiempo y el sector industrial necesita una solución hoy.
En este contexto, se actuó para mejorar el consumo energético y se creó la Norma ISO 50001, un sistema de gestión de eficiencia energética que ayuda a las organizaciones a manejar su energía de forma más eficaz y eficiente.
La certificación ISO 50001 permite determinar las tareas que emplean más energía y que figuran como una pérdida energética y económica, con el objetivo de establecer un plan de acción, una política energética y una gestión adecuada de las necesidades energéticas.
Así, ISO 50001 es una herramienta estratégica internacional y voluntaria, que se adapta a sistemas e instalaciones de compañías de cualquier tamaño, promoviendo la transparencia y mejorando la comunicación con respecto a la gestión de los recursos energéticos.
Mejores prácticas para alcanzar la eficiencia energética
Conociendo la importancia de la gestión eficiente de la energía, ahora es momento de tener claros los pasos esenciales para llevarla a cabo en corto y mediano plazo de manera general.
Realizar una auditoría energética
Para tomar la mejor decisión necesitas conocer la mayor cantidad de información posible.
Una auditoría energética es un análisis del historial de consumo energético
y la eficiencia de los equipos alimentados con energía eléctrica o combustibles fósiles, así como de los costos y características de operación, para identificar áreas donde se pueden conseguir ahorros.
Con más datos, más preciso será el resultado de la auditoría, por eso la necesidad de sensores y supervisión del consumo energético en cierto periodo de tiempo.
Una vez establecidos los parámetros, la auditoría se puede convertir en un proceso automatizado y fijo que aporte mejoras continuas.
Optimizar el uso de la energía
Sin lugar a dudas, reducir el consumo de energía es una prioridad, por lo que el primer paso es conocer a detalle las dimensiones y funciones de la maquinaría a fin de elegir el equipo correcto con relación a su capacidad y carga.
Además, es esencial implementar medidas de mantenimiento que analicen las condiciones de los equipos para identificar y corregir posibles errores o reemplazar activos obsoletos con modelos actuales que tengan menores tasas de consumo y mayor eficiencia energética.
De esta forma, no se aumenta la capacidad de generar energía, sino que se reduce al utilizar recursos disponibles. Las tecnologías IoT son grandes herramientas para estos casos.
Diversificar las fuentes de abasto energético
El uso de recursos renovables es fundamental para garantizar la eficiencia energética en el sector industrial, por lo que esta estrategia hace referencia a las diversas fuentes de energía disponibles, incluyendo recursos tanto renovables como no renovables.
Tomando en cuenta que para cada caso se debe elegir un recurso específico, es necesario comenzar con los menos costosos y renovables. En este sentido, es más sencillo reducir gastos si se cuentan con más opciones.
Implementar un sistema de gestión energética
Sin el monitoreo sistemático adecuado, los cambios en tecnologías particulares generalmente no producen valor a largo plazo. De esa forma, no se generan las ventajas de esta estrategia y se vuelven fugaces.
Ante esto, es necesario un sistema de gestión de energía (SGE) que asegure que los beneficios de la eficiencia energética sean constantes y permanentes. De ahí la importancia de la compatibilidad de sistemas de gestión con la Norma ISO 50001.
Promover una cultura de eficiencia energética
Entendiendo que la eficiencia energética requiere de una supervisión general de la industria y específica de cada equipo, es necesaria la contribución de cada operador y miembro de la planta.
Afortunadamente, los SGE hacen posible que el monitoreo del consumo energético se integre en los planes de mantenimiento e iniciativas de una organización.
En este sentido, para una toma de decisiones eficaz y eficiente, es necesario que los manuales, procedimientos e instructivos se adapten a las prácticas y métodos existentes en la compañía, a fin de incorporarse efectivamente y obtener un desempeño energético.
Una vez aplicados los lineamientos de gestión energética, todos los integrantes de una institución comprenderán y asimilarán la cultura de concientización y cuidado en relación al uso de la energía.
Energy Trac: control total sobre el consumo de energía
Tú también puedes acercar a tu plata hacia la eficiencia energética y obtener mejores resultados. Opta por llevar el monitoreo energético a toda tu planta utilizando nuestro sensor IoT impulsado por la inteligencia artificial Energy Trac, y asegúrate de que el consumo de energía en la red eléctrica de tu planta industrial.
Con él, podrás supervisar en tiempo real los principales indicadores de energía, como la potencia, el consumo y la tensión.
Decídete y da el primer paso para optimizar la gestión de la energía de tu empresa y reducir las fallas en la operación.